martes, 20 de octubre de 2009

El tiempo.


Ya hemos visto que hay maneras de alterar el ritmo narrativo. Si las viñetas mantienen un tamaño constante, el ritmo es constante. Pero si alteramos el tamaño de las viñetas, el ritmo también se verá alterado. Si la acción coincide con el sentido de la lectura, el ritmo se acelera. Si es contraria, el ritmo se ralentiza. También podemos ralentizar cambiando de perspectiva.
Como regla general puede decirse que las viñetas pequeñas representan un ritmo acelerado y las viñetas grandes representan un ritmo pausado.
Will Eisner es un maestro a la hora plasmar el transcurrir del tiempo en el cómic o "el arte secuencial" como él le llamaba.
Veamos tres páginas del maestro.



En la 1ª página, la gota que cae nos va marcando el tiempo. A continuación, el ritmo se acelera.
En la 2ª página, el ritmo es vivo, pero la segunda tira detiene la acción con el timbre del telefono.
En la 3ª página, cada viñeta de la última tira tiene una perspectiva forzada. Esto provoca la sensación de que el tiempo que va transcurriendo es mayor.


Terminemos con de Felipe y una página repleta de viñetas que representa un abordaje. El ritmo, constante, es el que podríamos llamar "sin prisa, pero sin pausa".

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